La red es la forma de conexión que muchas personas soñamos, y por la que algunas optamos, para la acción colectiva que nos ayude a materializar el trabajo colaborativo en una arquitectura que intuitivamente se va desarrollando, apropiando y/o experimentando. Las redes -humanas- se presentan en nuestras vidas como la concreción de las juntanzas, como los lazos que establecemos para vernos y expandirnos; convirtiéndose en plataformas para amplificar nuestras voces y nuestro impacto.
Al mismo tiempo, la acción colectiva en red, nos pone de frente las amplificaciones de los retos personales y grupales: se suman los miedos, se multiplican las diferencias en las estrategias para satisfacer las mismas necesidades, y se reproducen los paradigmas mentales y culturales de los que somos y no somos conscientes.
A pesar de los retos, entendemos que las redes son sistemas vivos complejos. Nosotr@s somos sistemas vivos complejos, desde la más pequeña célula que nos conforma, hasta los más amplios procesos sociales a los que nos integramos. Así, la expresión de nuestra vida se hace presente como una fuerza en movimiento, nunca sola, siempre en conjunto, siempre en colectivo, siempre en red… una fuerza que nos invita a reconocer el poder personal en la apuesta colectiva; a repensar el trabajo como la acción del poder con otros y a actuar conscientes del poder para consolidar las redes y cocrear un horizonte que es inevitablemente compartido.
Creemos que juntarnos, en familias, grupos, organizaciones y redes de alianzas, nos da la posibilidad de construir un presente mejor; esta creencia nos impulsa a la sinergia de la unión y nos reta a poner deliberadamente nuestra atención en el descubrimiento de nuestro poder de liderazgo en la diversidad y en la contingencia. Por eso, te invitamos a practicar el arte del liderazgo participativo y a explorar en juntanza…